viernes, 25 de marzo de 2011

El valor de la vida....

Hace unos días una persona que conozco sufrió un accidente y de repente, en un momento muy pequeño, se dió cuenta cómo su vida pasó ante sus ojos y más aún, como podía irse en un segundo. Luego del incidente, la reflexión ha sido enorme, la reconsideración de sus propias creencias, el reencuentro con lo que en verdad vale y el sentido que ahora quiere darle a esta nueva oportunidad que ahora tiene. Esa conversación, además de hermosa y aleccionadora , me hizo pensar en el valor que los seres humanos le damos a la vida. En lo particular, cada uno de nosotros tenemos nuestros temores ante la muerte y nuestras creencias míticas y mágicas que a nosotros nada nos va a pasar, a menos no todavía.... Pero en lo general, en lo colectivo... retomando la entrada anterior en la que hablaba sobre la autonomía de los pueblos, recordando ese discurso que hemos escuchado en estos últimos años, donde el lenguaje militar y de guerra ya se nos ha hecho tan cotidiano que es parte de nuestro dialecto y lo vemos natural, pareciera que la vida no es un valor, que ni siquiera es un derecho.
Tan acostumbrados estamos a las estadísticas de fin de semana, donde las muertes violentas nos hablan de 64 y parece que es un numero cualquiera, escuchamos sobre las protestas en oriente medio, sobre las muertes de cientos y miles de personas, y hacemos discusiones sobre el intervencionismo, o la autonomía y se nos olvida que por mas reflexiones filosóficas que hagamos, o por mas que uno u otro tenga la razón, la vida de la gente, se nos va de las manos como si nada importara... Es tan terrible la cosa, que parece que importa mas si las armas son de origen ruso o de origen americano para justifcar y ver si la muerte es buena o no, cuando ambas son muertes igualmente violentas y terribles, cuando igual parece que no han pasado cinco mil años y estamos igualitos que el primer día que empezamos a tratar de civilizarnos. Estamos tan ensimismados en nuestro propio conflicto político y tan ciegos, que ocurren cosas tan absurdas que se dota un ambulatorio o un hospital dependiendo del sector político gobernante, como si la salud y la vida de los ciudadanos no estuviera en juego en todas las emergencias... estamos tan vacíos que vamos a la asamblea a hacer debate si somos democráticos o comunistas (parece que ambas son enfermedades incurables y contagiosísimas) y nos etiquetamos y nos señalamos con el dedo.. sin ver lo enfermos que estamos todos, al punto que no ya no nos damos cuenta de nuestras propias muertes de todos los días, las de la inseguridad, las de nuestros pacientes en los hospitales, sin oír las voces las de las gentes que equivocadas o no quieren ser escuchadas... sin darnos cuenta que el derecho humano fundamental, la vida, pasó a ser un cifra, que cada lado usa como lema... hace ya tanto tiempo que parece que perdimos la conexión con el milagro que significa nacer y simplemente vivir.

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